Reflexión 19 de Junio

Buenos días.
Durante el camino por esta vida las personas encuentran muy diferentes situaciones a las que hacer frente.
Unas son lógicas, incluso se las espera de alguna manera, pero hay otras que son auténticas sorpresas, buenas, menos buenas o malas, a las que hay que responder con la misma serenidad y firmeza que a las primeras.
Y digo serenidad y firmeza porque son dos actitudes que tienen cierta dificultad, los nervios y la precipitación no dejan que la serenidad pueda ayudar a reflexionar, a ver, en definitiva, las cosas en su justa extensión; la firmeza es necesaria porque otra tentación que aflora es la huida, salir de la situación dura, gravosa o inquietante, cuanto antes, “abandonando el barco” casi sin pensar.
Huir nunca puede ser bueno porque no suele tener la premisa de la reflexión, que llevará a tomar una decisión, la más conveniente en cada momento o situación.
Es verdad que se llega a situaciones verdaderamente irresistibles, en la convivencia, particularmente, pero también en las relaciones interpersonales o sociales a mayor escala, pero nunca la solución será huir, quitarse del medio, como suele decirse. Habrá que pensar, habrá que rezar para tener la asistencia de la Gracia de Dios, habrá que dejar aconsejarse, habrá…, que tomar una decisión serena y firme pero sin coger caminos que conducen a ningún sitio.
Esto se ha visto muchas veces y los resultados a la larga han sido, como suele decirse también, ‘de aquella manera’.
Estamos en momentos muy difíciles a muchos niveles, desde el personal al más global en el orden social, y no se puede huir dejando que el otro resuelva el problema, porque solo no podrá hacerlo.
Comencemos rezando al Espíritu Santo que ilumine los corazones, que les dé los Dones de la Fortaleza y de la Sabiduría, para que así se puedan encauzar todas las gracias que Dios nos vaya dando según las necesidades de cada momento.
Pero hoy no dejes de rezar al Padre Dios en favor de las necesidades de todos los Hermanos, que aquí estamos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
www.materchristi.es