Reflexión 8 de Octubre

Buenos días 
A la base de toda vida humana están sus CREENCIAS.
La persona se conduce en base a lo que realmente CREE, aunque en gran parte de las veces no sea su CREENCIA más profunda la que prevalezca en sus conductas.
La sociedad actual, con todas sus características y las posibilidades que ofrece, condiciona a la persona para que sus CREENCIAS espirituales, más íntimas y fundamentales, queden eclipsadas o aparcadas por otras "creencias" más inmediatas que tienen que ver con valores más de tipo puramente humano y material.
Toda esta situación ayuda a que la persona no tenga ENCUENTROS consigo misma, tanto en relación con su intimidad como en sus sentimientos más profundos. La inmediatez de los acontecimientos la arrastran a una vida superficial, en la que aparecen 'dioses' que se siguen, y no pocas veces hasta con avidez ciega.
La gran pregunta es: YO, ¿en quién o en qué creo?
¿En el Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo?
O, ¿aún creyendo básica y fundamentalmente en el Dios, Uno y Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo, no queda eclipsado con bastante frecuencia por otros "dioses" que como tales me construyo al hacer prevalecer tantas actitudes, comportamientos o sentimientos que se anteponen moralmente, e incluso físicamente, a los principios de la FE, que se me fueron dados y que acepté libremente?
Hermanos, hemos de contestar con más frecuencia de la que supongo o creo, a la pregunta apuntada: YO, ¿en quién o en qué CREO?
Bien, CREO en Dios, pero, ¿vivo ajustado a su Divina Revelación, a todo cuanto manifestó al Pueblo de Israel en el Antiguo Testamento, y luego a lo que su Hijo Jesucristo me enseñó que está en los Evangelios, y ahora, siguiendo las mociones del Espíritu Santo?
No DEMOREMOS el conocer la situación personal, porque me atrevo a afirmar que cuando no está consolidada la CREENCIA EN DIOS, con reflejo real en la vida cotidiana, somos títeres del Maligno por medio de mil caminos de pecado y muerte espiritual.
¡Qué gran oportunidad tenemos al estar en el MES DEL ROSARIO para acogernos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, que nos ayude y lleve a VIVIR según el PRIMER MADAMIENTO: "AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS".
En el espíritu de esta REFLEXIÓN, recemos con FE Y ESPERANZA, por todas las necesidades de los Hermanos de la Casa de la Madre y Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI 
Madrid - España
www.materchristi.es