Reflexión 7 de Octubre

Buenos días en el DÍA DEL SEÑOR.
Teniendo en cuenta que por ser Domingo no se celebra litúrgicamente la FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO, permitirme no obstante que me centre en esta MEMORIA de la Virgen Santísima, de la que se deriva en gran parte la DEVOCIÓN al SANTO ROSARIO.
Ya hemos comentado en algún momento de la importancia que la Virgen María le da al SANTO ROSARIO, pero conviene recordar hoy unas pocas cosas.
La Virgen quiere que le ofrezcamos esta ORACIÓN tan significativa, por su gran contenido espiritual y teológico en las oraciones que la componen: PADRENUESTRO, AVEMARÍA y GLORIA.
Ella, particularmente, se siente muy consolada en su ultrajado y maltratado Corazón Inmaculado, cuando al recitar el AVEMARÍA le ofrecemos cuatro momentos de gran CONSUELO, sobre todo cuando REZAMOS con el CORAZÓN.
Veamos:
La BENDECIMOS (Bendita tú eres entre todas las mujeres)
BENDECIMOS A SU HIJO (Bendito es el fruto de tu vientre Jesús)
La RECONOCEMOS y la CONFESAMOS como la Madre de Dios (Santa María Madre de Dios)
Y finalmente, la PEDIMOS, la SUPLICAMOS su protección e intercesión (Ruega por nosotros... ahora y en la hora de nuestra muerte).
HOY recemos con gran fervor el SANTO ROSARIO, y ofrezcamos a María, nuestra Madre y nuestra Guía, el propio corazón de hijos suyos confiados en su cuidado.
Acabo ofreciéndoos dos pensamientos de dos grandes santos.
San Juan Pablo II: “El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo”.
San Miguel Febres: “Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas”.
Unidos en torno al SANTO ROSARIO, recemos como cada día por las necesidades de todos los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI 
Madrid - España
www.materchristi.es