Reflexión 2 de Mayo

Buenos días.
Vamos a intentar ver con la mirada de María Santísima la vida, nuestra vida.
Hay dos pasajes en el evangelio de San Lucas en los que se repite la actitud de la Virgen.
Veamos primero en el entorno del nacimiento de Jesús, cuando los Pastores han venido a adorar al Niño, que los ángeles les han anunciado, Lc 2,19: “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.
Y el segundo pasaje, cuando María y José han estado en Jerusalén por la Fiesta de la Pascua, Jesús había cumplido 12 años, y se quedó en el Templo sin avisar a sus padres, cuando ellos se dieron cuenta que no estaba en la caravana volvieron a Jerusalén y le encontraron en el Templo entre los maestros, escuchando y haciéndoles preguntas, el mismo evangelio de San Lucas Lc 2,51 nos dice: “Él (Jesús) bajó con ellos y fue a Nazaret y estaba sujeto a ellos. Su madre conservaba todo esto en su corazón”.
En el primer caso ‘María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón’, y en el segundo episodio, ‘su madre conservaba todo esto en su corazón’.
Bien se puede deducir que la Virgen María se ve, en ambos momentos, desbordada por lo que se dice del Niño Jesús y por lo que éste, pasados los años, hace en el Templo, pero sabe que la Providencia de Dios está en ambas situaciones y lo mejor será guardar en su corazón para meditarlo después y llegar a comprenderlo, sencillamente porque Dios es fiel.
Qué bueno sería que supiéramos ser sencillos al estilo de María y observar, escuchar, guardar en el corazón y reflexionar, para poder luego actuar conforme el deseo y la voluntad de Dios. Seguro que así hablaríamos y actuaríamos, llegado el momento, con mayor acierto.
A María, nuestra Madre y nuestra Guía, te pido le reces hoy en favor de todas las intenciones y necesidades de los Hermanos, que en Ella aquí volvemos a encontrarnos. AMÉN.
Emilio Castrillón Hernández
MATER CHRISTI
Madrid – España
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