Reflexión 23 de Febrero

Buenos días
Ayer comentamos la necesidad más urgente que tiene el hombre de conseguir el PERDÓN DE DIOS.
Hoy quisiera apuntar el camino para obtener el PERDÓN de nuestras faltas y pecados.
Para un Católico no valen esas apreciaciones que se hacen, diciendo cosas como que Dios lo sabe todo y que Dios te perdona nada más acudiendo a Él directamente.
Y esto no es así.
En primer lugar, tomando en principio por referencia la Parábola del Hijo Pródigo, la persona tiene que reconocer su pecado, dolerse y arrepentirse del pecado, y luego confesarlo.
El Señor Jesucristo les dio a los Apóstoles poder para perdonar los pecados, quedando así establecido el Sacramento de la Confesión.
Por tanto, es necesario acudir a CONFESAR las faltas y pecados ante un Sacerdote, que en Nombre de Dios y de la Iglesia, perdonará y absolverá de los pecados confesados
No se debe tener resistencia para acercarse al Confesionario, pues en el Sacerdote siempre se encontrará acogida, comprensión y misericordia, como el Señor Jesús le dijo a Santa Faustina Kowalska acerca del Confesionario, como el trono que es de su Misericordia distribuida a través de su Ministro.
Os INVITO a cada uno a que a lo largo de este fin de semana, hagas un buen examen de conciencia y que con sencillez y humildad, te acerques a un confesionario a PEDIR PERDÓN A DIOS.
Rezamos por todos y cada uno, para que podamos RECONOCER los propios pecados y sepamos ser VALIENTES para poder confesarlos, con toda sencillez y realismo.
Y si sabemos hacerlo de la mano de María, nuestra Madre y nuestra Guía, todo irá mejor. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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