Reflexión 15 de Febrero

Buenos días
Hoy Celebramos a un gran Santo del siglo XVII, Claudio de la Colombière, Jesuita.
En este año del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, la figura del Padre de la Colombière adquiere una gran importancia por dos principales motivos, aparte de su gran sabiduría y espiritualidad.
Uno, la gracia que le supone a Santa Margarita María de Alacoque, en unos momentos de mucha incertidumbre interior por el comienzo de las revelaciones del Señor Jesucristo en su Sagrado Corazón, cuando el Padre viene como Confesor al Convento.
A Santa Margarita le supone la inmensa Gracia de tener un sacerdote que la comprenda.
Dos, precisamente en él hay una gran devoción al Sagrado Corazón de Jesús, que le permitirá entender a Santa Margarita y ser su apoyo en el desarrollo de los deseos del Señor Jesucristo de extender la DEVOCIÓN AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS.
En sus escritos, el Padre de la Colombière dice algo que vamos a considerar sin más comentarios por mi parte.
Dice: "Quisiera poder escribir en todos los rincones de su casa, pero sobre todo en su corazón, estas tres palabras: Paciencia, amor, presencia de Dios".
Encomendamos al Padre de la Colombière, el fruto de este Año Jubilar del Centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón de Jesús, tan importante en los tiempos que corren.
Y recemos con gran confianza por todas las necesidades de los Hermanos que nos UNIMOS en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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