Reflexión 7 de Junio

Buenos días
Tras la Gran Solemnidad de la RESURRECCIÓN DEL SEÑOR, culmina el Tiempo Pascual con la Solemnidad de PENTECOSTÉS.
Será el Próximo domingo día 9, cuando estaremos Celebrando la Gran Fiesta del ESPÍRITU SANTO.
No se trata únicamente de prepararse para VIVIR lo más intensamente este DÍA Solemne para cualquier Católico, sino aprovechar para darse cuenta de cómo es la relación personal con la Tercera Persona de la Santísima Trinidad.
El Señor Jesucristo le dice a los Apóstoles en la Última Cena: "Yo pediré al Padre y os dará otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el ESPÍRITU DE LA VERDAD, a quien el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce. Pero VOSOTROS LE CONOCÉIS, porque mora con vosotros" (Jn 14,16-17)
Es cierto que el Espíritu Santo Mora con nosotros, pues no en vano lo recibimos en el BAUTISMO, pero en cambio necesitamos gritar con frecuencia, y particularmente en estos días previos a PENTECOSTÉS: ¡¡¡VEN ESPÍRITU SANTO!!!, pues las personas generalmente no saben vivir en el agrado de Dios cada día.
El pecado, en cualquiera de sus manifestaciones, lleva a la persona a apartarse de Dios, o lo que es lo mismo, del ESPÍRITU SANTO.
Diríamos, que por el pecado grave particularmente, arrojamos del propio corazón, de la propia vida, al ESPÍRITU SANTO, porque se pierde toda presencia de la Gracia de Dios, que sólo es restituida por el arrepentimiento y la contricion, el Sacramento de la Confesión.
De aquí que a pesar de haber recibido el ESPÍRITU SANTO en el BAUTISMO,  necesitemos gritar: ¡¡¡VEN ESPIRITU SANTO!!!
Más adelante del texto citado del Evangelio, les dice el Señor Jesús a los Apóstoles: "El Espíritu Santo os lo ENSEÑARÁ TODO y os RECORDARÁ TODO lo que yo os he dicho (v.26) 
He aquí la gran experiencia que todos necesitamos tener, ser enseñados por el ESPÍRITU SANTO.
REFLEXIONEMOS acerca de nuestra verdadera relación con el ESPÍRITU SANTO, y veamos las ocasiones muy valiosas que perdemos cuando nos alejamos del DIVINO ESPÍRITU, y sus consecuencias.
Pídele con insistencia, hoy, mañana y pasado: ¡¡¡VEN ESPIRITU SANTO!!!
Y sigue con entusiasmo rezando cada día por todas las necesidades de los Hermanos, Unidos en María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN. 
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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