Reflexión 2 de Junio

Buenos días en la SOLEMNIDAD DE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
Han pasado cuarenta días desde la Resurrección del Señor Jesucristo.
El Señor, en diferentes apariciones les ha ido dando a los Apóstoles testimonio de su Resurrección, y llega el momento de irse definitivamente al Cielo.
San Lucas relata este momento en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 1.
Del relato bíblico os transcribo estos versículos.
"Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como lo habéis visto marcharse al cielo".
Siempre me ha llamado la atención la intervención de los 'dos hombres vestidos de blanco', que vienen a decirles: "Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo?".
Nos puede parecer un tanto lógico que ante tal experiencia que están teniendo, se queden un tanto absortos, sin saber reaccionar, llenos de un gran número de interrogantes, pero lo cierto es que al Señor Jesucristo le URGE que vayan a Jerusalén y se dispongan a recibir el ESPÍRITU SANTO, para que sean sus TESTIGOS "en Jerusalén, Judea, Samaría y hasta el confín de la tierra".
¿Cuántas veces a nosotros, sin la justificación de los apóstoles, nos tendrían que decir: qué haces ahí plantado mirando al cielo, que en nuestra caso es mirando a la nada, a lo que no interesa?
La PEREZA, pecado Capital que no se le suele tener en cuenta en la medida de su gravedad, le hace a la persona estar quieto, o si no, no haciendo con la diligencia que corresponda lo que debe en el momento.
Lo cual no deja de ser, cuando menos, triste, pues de aquí se derivan todas las 'pérdidas de tiempo' que vamos acumulando a lo largo de la vida.
El ser humano ha recibido el tiempo de su existencia terrenal para administrarlo y así contribuir eficazmente en la tarea de realizar 'los cielos nuevos y la tierra nueva' que debería encontrar el Señor Jesucristo en la PARUSIA.
Escucha: ¿Qué haces ahí (pon tu nombre) plantado, mirando al cielo sin afrontar, como debes, tus obligaciones y las necesidades que los otros tienen de ti?
¿A qué esperas?
Aunque te parezca lo contrario, URGE tu actuación, sencillamente porque NADIE puede hacer lo tienes que hacer tu.
Como es que hoy, también reces para alcanzar las Gracias que necesitan los Hermanos para superar con bien sus intenciones. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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