Reflexión 9 de Diciembre

Buenos días en el SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO.
Seguimos avanzando por este Tiempo de Gracia, en la tensión gozosa de VIVIR ABIERTOS a la PARUSIA.
Esto quiere decir VIVIR atentos, para avanzar por las sendas de la CONVERSIÓN del corazón.
Nuestra propia conversión exigirá aún algunas, más o menos, cosas que corregir, que superar, o virtudes que practicar.
Habrá cosas o situaciones que nos superen, e incluso que uno sienta verdadera incapacidad para lograr los mejores resultados, pero bien sabemos que "lo que no es posible para el hombre es posible para Dios" (Lc 18,27).
Pero además, resulta consolador aquel pensamiento de San Pío de Pietralcina: "Dios quiere que vuestra incapacidad sea la sede de su omnipotencia".
Ahora bien, sin HUMILDAD casi todo se hace imposible, porque en las personas suele haber un espíritu de vehemencia, o de orgullo, o de soberbia, o de envidia, o de..., que les incapacita para seguir con LIBERTAD las exigencias del AMOR, que es la verdadera CARIDAD.
Una y otra vez volvemos a darnos cuenta que se necesita estar en la VERDAD, y desde ella hacer con la máxima ILUSIÓN el ejercicio que se nos propicie en la VIRTUD y en la JUSTICIA.
Todos necesitamos el apoyo de los otros. Recemos cada uno, por todas las necesidades de los Hermanos reunidos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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