Reflexión 2 de Diciembre

Buenos días en el PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO.
Cuarto día de la Novena de la Inmaculada.
Comenzamos hoy el Nuevo Año Litúrgico, que se abre con el Tiempo del Adviento.
La Iglesia nos va a llevar a lo largo de este Año Litúrgico, a encontrarnos con todos los Misterios y todas las VERDADES de la FE.
Si fuéramos capaces de seguir este camino que nos va a ir proponiendo la Santa Madre Iglesia, podremos hacer un verdadero itinerario de CONVERSIÓN PERSONAL.
En este primer momento, la Iglesia pone ante nosotros la VENIDA DEL SEÑOR.
Nos insistirá en que tengamos una actitud vigilante para que la PARUSIA no nos sorprenda, para que cuando el Señor llegue en Poder y Gloria, nos encuentre en vela y dispuestos a recibirle.
Recuerda lo que hemos profesado; decimos en el Credo: "...Desde allí ha de venir a JUZGAR a los vivos y a los muertos". 
En este tiempo de ADVIENTO se origina una confusión que deberemos ayudar a evitarla o al menos a clarificarla.
Sabemos que Adviento quiere decir llegada, y la Iglesia, en este Tiempo Litúrgico, quiere ponernos ante las dos venidas del Señor. Primero nos pide que atendamos a la Segunda Venida de Cristo, que es la referida PARUSIA, y luego no invitará en la última semana, a preparar la Celebración de la primera VENIDA de Jesús, esto es, su Nacimiento.
Entonces, no permitamos que ya, desde el comienzo del ADVIENTO, sólo se mantenga la atención en la primera VENIDA, si no que atendamos, como la Iglesia quiere, a preparar nuestros caminos personales para la llegada de Cristo Glorioso.
En el Evangelio de San Lucas (21,25ss), que se proclama hoy en la Misa, está muy claro: "...Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y Gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación..."
Seguimos mirando a la Virgen en su Novena, y hoy podemos contemplar su actitud bien hermosa de ESPERAR, DE SABER ESPERAR, lo que nosotros necesitamos aprender y practicar con la mejor de las disposiciones: Saber ESPERAR al Señor en su PARUSIA.
Recemos para que todos COMPRENDAMOS que lo mejor que está por pasarnos es la VENIDA DEL SEÑOR.
¡¡¡VEN, SEÑOR JESÚS!!!
Y también hoy no olvidemos las necesidades de los Hermanos. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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