Reflexión 13 de Diciembre

Buenos días 
Existen como pareceres encontrados con relación a una actividad humana, por otro lado muy común.
Me refiero al llanto.
Esto de llorar les parece a unos algo poco decoroso, otros se esfuerzan por reprimir este sentimiento cuando aparece y otros, cuando la SENCILLEZ lleva a la persona a manifestar sus sentimientos con naturalidad, cuando realmente son tal cual, lo expresan sin mayor problema.
La expresión de las lágrimas pueden tener un signo de alegría, de tristeza, de desolación o, lo que es malo de verdad, de desesperación.
Todas las realidades que originan el llanto, han de mover a los demás a compartir los sentimientos que expresan las lágrimas del Hermano, para apoyar de la mejor forma posible sus inquietudes o necesidades.
En todo caso las lágrimas no deben reprimirse, porque albergan en el corazón los sentimientos que no desahogan y éstos van condicionando otras actitudes, comportamientos, etc., hasta llegar a endurecer el corazón, cosa más que negativa.
¿Lloras cuando lo necesitas?
¿O lo reprimes por orgullo, rabia, soberbia, etc.?
¿O es que no te sientes LIBRE para expresar tus sentimientos de esta forma?
¿Acaso te dijeron que llorar no era de hombres?
En todo caso, ¿No llorarás ni de orgullo, ni de coraje, ni de soberbia, ni, mucho menos, de DESESPERACIÓN?
Porque estas lágrimas sí que serían causa de PECADO.
Claro que también hemos de aprender a hacer de las lágrimas un acto de VIRTUD, que nunca lo sean de PECADO porque quieran buscar la venganza, el rencor o el odio.
REFLEXIONEMOS por sí hemos de rectificar algún camino de los que sigue el propio corazón.
Pidamos por todas las intenciones y necesidades de los Hermanos que cada día nos reunimos en torno a María, nuestra Madre y nuestra Guía. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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