Reflexión 31 de Enero

Buenos días 
Según mi humilde criterio, celebramos hoy la Fiesta de un gigante de la SANTIDAD: SAN JUAN BOSCO.
Su vida y su obra están cargadas de sugerencias y enseñanzas, para toda persona que desee transitar por los caminos de la VIRTUD y de la SANTIDAD.
"No estén nunca desocupados, les dice a los jóvenes, si no trabajan ustedes, trabajará el demonio".
¡Qué gran verdad!
La OCIOSIDAD es una muy mala consejera, porque lleva a perder todo estímulo para la superación, qué digo, para el simple cumplimiento del deber, sobre todo cuando éste no encaja en el capricho o apetencia del momento.
La OCIOSIDAD se la puede enmascarar con apariencia de cualquier tipo, pues no sólo se puede llamar OCIOSIDAD a mantenerse "con los brazos cruzados" y sin hacer nada.
Una persona que tiene sus obligaciones, sean del tipo que sea, y no las hace frente como debe, está mostrándose como alguien ocioso, inútil, porque aquello que debe hacer y no lo hace se quedará sin hacer, sin la respuesta correspondiente.
Y, por tanto, el buen resultado que cabría esperar, nunca se logrará.
La OCIOSIDAD también puede manifestarse en la persona despreocupada de todo lo que le rodea, y más particularmente de lo que tiene más inmediato, sea del tipo que sea.
El no preocuparse de los temas que le competen, indica irresponsabilidad, mostrando con esta actitud otra cara de la OCIOSIDAD.
Y lo que es peor, que a base de ir cada día por unos u otros caminos, a caer en VIVIR y en SER una persona OCIOSA, se verá arrastrada a otros DEFECTOS, a otros VICIOS que la harán ESCLAVA cada con vez menos posibilidades de sacudirse los 'yugos' a los que se ha sometido.
Lo hemos dicho en otras ocasiones, cuando se lucha por VIVIR en la VIRTUD, se encontrará el estímulo de que una Virtud trae otra y se va originando una cadena natural de PAZ y SANTIDAD.
Por el contrario, cuando se deja uno invadir por un DEFECTO, le arrastrará a otro y otro, hasta que aparezca el VICIO y la ESCLAVITUD mencionada.
Pero la ESPERANZA siempre nos muestra el horizonte de LUZ, que es el mismo Señor que nos ESPERA sin cansarse, porque está dispuesto en todo momento a acogernos y darnos su Gracia, cuando la queramos y por ello la pidamos.
Nuestra oración de cada día, por las necesidades de los Hermanos, exige un poco de esfuerzo, que te lo pido por AMOR a DIOS. AMÉN.
Emilio Castrillón
MATER CHRISTI
Madrid - España
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